Es el primer paso para detectar las necesidades de la piel cuando un cliente o clienta quiere realizarse un tratamiento facial o necesita información sobre cuál es el cosmético adecuado.
¿Cómo funciona?
Nos ayudará a detectar las necesidades específicas de cada piel y, de esta manera, podremos establecer el tratamiento más efectivo para potenciar la belleza y restaurar pequeñas imperfecciones de forma personalizada.
